Familia: Escíncidos
Clase: Reptiles
Por su aspecto, el escinco o eslizón, nombre con el que también se conoce a este animal, recuerda a una pequeña lagartija a la que se le hubiesen atrofiado las patas. Su cabeza es cónica y achatada y se continúa con el cuerpo, sin poderse apreciar un cuello definido; la cola que puede alcanzar una longitud de todo el cuerpo, es muy gruesa y puede llegar a desprenderse en caso de peligro. El cuerpo presenta un tono oliváceo claro, moteado de puntos y manchas más o menos dispersas de color blanco y negro; las patas, con cinco dedos y provistas de finas uñas, son de una tonalidad sonrosada.
Su hábitat más común se sitúa en las zonas arenosas costeras, en donde pasa la mayor parte del día bajo las piedras, para salir al anochecer o al crepúsculo. Su alimentación está basada generalmente en pequeños insectos, que busca entre la hierba. Para desplazarse apenas utiliza las patas, pues éstas son muy pequeñas, y por ello prefiere deslizarse sobre la arena con movimientos sinuosos.
Según las localidades, la época de celo tiene lugar en abril o mayo. Este período suele ir precedido de frecuentes luchas territoriales, en las que los machos se acometen entre sí cong ran agresividad, mordiéndose la cola con tanta fiereza que a veces llegan a rompérsela. Como sucede en la mayoría de los escíncidos, son ovovivíparos y la hembra pare a finales del verano dos o tres crías que enseguida se desprenden de la membrana que les rodea.
SABIAS QUÉ...
En todas las islas Canarias, menos en La Palma, existe un escinco endémico con la cabeza y el dorso de color cobrizo y adornado por bellos ocelos de color azul.
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