Un magnífico cazador amenazado
Nombre científico: Linx Pardina
Familia: Félidos
Clase: Mamíferos
Sus características más llamativas son los dos pinceles oscuros que rematan la punta de sus orejas y el pelaje, de color amarillo más o menos rojizo, sembrado de numerosas manchas negras de pequeño tamaño. Las patas son largas en relación al cuerpo y terminan en zarpas dotadas de unas afiladas y fuertes uñas retráctiles. La cola es corta y manchada. En conjunto, su cuerpo raramente alcanza los 20 kg de peso.
El lince ibérico vive en las zonas más densas del bosque y matorral mediterráneos, aunque también se le puede encontrar en las llanuras con vegetación. Su área de distribución, en otro tiempo muy extensa, se encuentra hoy en día circunscrita a enclaves muy concretos, como son el Coto de Doñana, algunas sierra de la provincia de Cáceres y los Montes de Toledo.
Su alimentación se basa mayoritariamente en conejos y liebres, pero también ingiere otros pequeños mamíferos, aves, algún reptil e, incluso, venados jóvenes o enfermos. La caza suele efectuarla muy sigilosamente al rececho.
Es un animal de costumbres proferentemente nocturnas y crepusculares, que marca sus dominios proyectando pequeños chorros de orina sobre los matorrales. De carácter solitario y huraño, solamente permite la presencia de su pareja durante el celo, transcurrido el cual la hembra se retira a su territorio y construje un pequeño encame de ramas donde tiene lugar el parto y la cría de sus cachorros, que permanecerán con ella durante unos diez meses.
Aunque el lince ibérico se halla oficialmente protegido en España, la destrucción de su hábitat natural y la escasez de presas para alimentarse, le han colocado en una situación peligrosísima de extinción.
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