Familia: Bóvidos
Clase: Mamíferos
Entre todos los antílopes que pueblan la sabana africana, el antílope cobo o cob es fácilmente identificable por sus gruesos cuernos, fuertemente anillados, que crecen formando una doble curva, por lo que al ver al animal de frente parece que tienen forma de S. Su pelaje es corto, lustroso y de una coloración que varía entre el leonado dorado brillante al pardo oscuro; la parte inferior del cuerpo, así como la garganta, zona superior del cuello y las áreas que rodean los ojos son de color blanco. La cola, de mediano tamaño, acaba en una borla negra. La hembra es muy similar al macho pero de menor tamaño y sin cuernos.
Vive en rebaños de 20 a 40 individuos en las zonas de sabana y llanuras, nunca muy lejos del agua, a la que tiene que acudir al menos dos veces al día para beber y comer vegetales acuáticos. Todavía es muy abundante y su área de distribución se extiende desde la región meridional del Sudán hasta Ugana y Kenia.
Su organización social es muy característica, ya que sólo unos pocos machos se encargan de la tarea reproductora. Estos se instalan en un territorio circular de 9-45 m de diámetro, dentro del cual cada macho ocupa su parcela individual que es fuertemente defendida de los intrusos. La hembra se introduce en estos territorios en la época de celo y vaga libremente hasta que acepta copular con un macho. La camada consta de una cría que nace tras siete meses de gestación. Los machos no reproductores se unen a los rebaños de hembras jóvenes.
SABIAS QUÉ...
El cobo es un animal muy intrépido. A diferencia del resto de los antílopes de la sabana, no se retira a zonas protegidas durante las horas de más calor; a mediodía suele encontrársele frecuentemente en el agua.
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