Familia: Jiráfidos
Clase: Mamíferos
La silueta de este enorme animal es inconfundible debido a su larguísimo cuello y a que tiene los miembros anteriores más desarrollados que los posteriores, lo que hace que el lomo presente un perfil descendente. Su coloración es muy variable y consiste en manchones de color pardo castaño recortados por una red de líneas de color amarillo pálido que se distribuyen por el dorso y lomo, mientras que por el vientre estas manchas se desdibujan hasta llegar a las patas que pueden ser casi blancas. Sobre la cabeza es posible apreciar un par de cuernos muy patentes y una serie de protuberancias más pequeñas que se encuentran recubiertas de piel y en algunos casos pueden ostentar un mechón de pelos negros en el extremo.
Su hábitat principal lo constituyen los parajes secos, subiertos de matorral y con arbustos de acacias, de cuyas hojas se alimenta. Antiguamente tenía una distribución más amplia llegando hasta el Sáhara central, tal como lo atestiguan las numerosas pinturas rupestres de la zona, pero los cambios climáticos y la caza excesiva han reducido su área de distribución notablemente.
La jirafa es un animal de costumbres gregarias, ya que normalmente vive en manadas que pueden alcanzar las 40 y a veces 70 cabezas, aunque los viejos machos son a menudo solitarios. Las luchas entre los machos son muy fecuentes y en ellas se atacan dándose golpes con el cuello y mediante mordiscos. No hay una época especial de apareamiento, y las crías nacen a lo largo de todo el año.
SABIAS QUÉ...
Aparte del hombre, el peor enemigo de la jirafa es el león que la ataca aprovechando que el animal, dada su altura, debe separar desmesuradamente sus patas para poder beber, lo que le impide una rápida huida.
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