Familia: Orquidáceas
Clase: Angiospermas monocotiledóneas
Facilmente reconocible por su flor muy llamativa, provista de un labelo grande y redondeado que adorna con una mancha reflectante central de color azul metálico muy brillante; esta mancha está bordeada en amarillo y tiene un denso anillo de pelos negros o pardos en el margen revuelto. El labelo aparece formado también por dos lóbulos laterales, más o menos anchos y que crecen cerca de la base. Las flores, que aparecen en número de dos a seis, nacen con la llegada de la primavera. Si se escarba bajo tierra es posible apreciar como el tallo nace de una especie de bulbillo arrugado y reseco; junto a éste crece otro, de menor tamaño pero más turgente y liso, del que nacerá el tallo florífero en primavera.
Un dato curioso de esta especie es que su flor adquiere una forma y coloración similares a las de la hembra de ciertas especies de insectos, en especial a la de las abejas, y por esta razón es posible observar a los machos de estos insectos en un vano intento de apareamiento, que sólo contribuye al transporte de los granos de polen de una a otra flor.
Del bulbo de esta especie, lo mismo que de otras similares, se obtiene una sustancia denominada salep que antiguamente tenía fama como reconstituyente, pero que hoy en día se ha demostrado como ineficaz en estos menesteres. Si posee efectos astringentes.
SABIAS QUÉ...
La belleza de esta flor hace que sea afanosamente buscada por gran número de herborizadores. Una excesiva recolectación en los últimos años ha aconsejado incluir esta especie entre las que deben ser protegidas.
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