Familia: Fagáceas
Clase: Angiospermas dicotiledóneas
Planta generalmente de aspecto arbustivo bajo, que suele alcanzar una altura entre los 30cm y el metro, aunque si se la deja crecer sin ser molestada puede llegar a conseguir un porte arbóreo. Las hojas son pequeñas (entre 1.5 y 4 cm de longitud), rígidas, perennes, brillantes y coloreadas en verde oscuro; en el margen llevan espinas muy punzantes y al llegar al estado adulto casi no poseen pelos en el envés. Por el contrario, las hojas nuevas son muy pelosas y de tonos bronceados. Las flores nacen en primavera reunidas en inflorescencias en amento, que cuando maduran dan lugar a las tan conocidas bellotas; éstas poseen una forma oblonga y su cúpula tiene escamas salientes rígidas y espinosas. La maduración completa del fruto no tiene lugar hasta el segundo año.
La coscoja crece esparcida y formando matorrales casi impenetrables en la laderas de monte bajo más secas y calurosas. Está muy extendida en las regiones del mediterráneo oriental europeo, en las que sustituye a la encina en los puntos en que el suelo se ha degradado y aquélla se encuentra en regresión. También cubre vastas extensiones en África septentrional, en la que ocupa zonas pobres y secas de tipo calcáreo.
Su madera tiene un valor muy escaso, empleándose únicamente como combustible y para la elaboración de carbón vegetal. La corteza externa lleva en su composición abundantes taninos, por lo que es muy empleada para teñir tejidos de lana en colores negros y en la industria del curtido de pieles.
¿SABIAS QUÉ...?
Sobre las hojas de coscoja viven las pequeñas cochinillas de las que antiguamente se obtenía el tan afamado colorante púrpura; en la actualidad este tinte es sustituído por colorantes sintéticos.
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