Familia: Escrofulariáceas
Clase: Angiospermas dicotiledóneas
Esta especie se puede describir como una planta de ciclo bianual, que llega a alcanzar alturas comprendidas entre los 30 y 200cm. Las hojas son de forma oval o lanceolada, con los bordes ligeramente ondulados; las inferiores se reúnen formando una gran roseta basal, del centro de la cual emerge un vástago simple que sostiene las otras hojas y las flores. Tanto el tallo como las hojas están recubiertos de una especie de borra blanquecina o amarillenta. Las flores que aparecen entre los meses de julio y septiembre, se agrupan en largas y densas inflorescencias en espiga, generalmente no ramificadas; los pétalos son amarillos y de los cinco estambres que posee cada flor, sólo los tres superiores tienen pelos blanquecinos o amarillentos.
El gordolobo crece en terraplenes arenosos, entre la maleza o en baldíos y tierras sin labor.
Sus virtudes medicinales han sido reconocidas desde hace muchos siglos. Ya los romanos emplearon las flores para extraer de ellas un colorante amarillo y también en infusiones contra la tos y las afecciones de las vías respiratorias. Las hojas, bastante menos utilizadas, constituyen un buen remedio para aplicar en forma de cataplasma sobre los sabañones.
¿SABIAS QUÉ...?
Los frutos o las semillas del gordolobo, bien machacados, se han empleado en muchas ocasiones para pescar, ya que si se vierten sobre unas aguas de lenta renovación, los peces quedan en poco tiempo como adormecidos.
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