Familia: Elápidos
Clase: Reptiles
Se caracteriza por presentar las escamas del cuerpo distribuidas en 13 hileras y por tener un máximo de 225 placas ventrales. Su coloración es verde por encima y verdosa o amarillenta por debajo, con las placas o escamas de todo el cuerpo ribuetadas de un tono más oscuro. Su longitud ronda los dos metros, pero se han capturado ejemplares que alcanzan casi los tres metros.
Su hábitat es eminentemente selvático, ocupando las selvas de Guinea, aunque otra especie muy similar también puede ser localizada en torno a los bosques que se extienden por la desembocadura del río Congo. Dado su carácter arborícola, su alimentación está basada preferentemente en pollos de aves a los que captura en el mismo nido y en pequeños anfibios y reptiles; también logra cazar aves adultas a las que sorprende mientras duermen durante la noche en las ramas. Para evitar que las presas puedan huir al ser mordidas, la mamba posee, además de un par de colmillos venenosos en la mandíbula superior, otro par adicional bastante más grande y situado en la mandíbula inferior con los que sujeta fuertemente a sus víctimas hasta que hace efecto el veneno.
Sus costumbres reproductoras están poco estudiadas. A través de su estudio en cautividad se ha sabido que la hembra pone al llegar la primavera o hacia principios del verano de nueve a catorce huevos, de unos siete centímetros y forma alargada. Los jóvenes tiene ya al nacer medio metro de longitud y un veneno suficientemente potente para matar a sus presas.
¿SABIAS QUÉ...?
Sobre la peligrosidad de su mordedura da idea el hecho de que el Dr. Eigenberg, de Wisconsin, estuvo a punto de perecer tras inyectarse una pequeñisima cantidad de veneno para estudiar sus efectos.
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