Familia: Daubentónidos.
Clase: Mamiferos.
La característica principal en la morfología de este sorprendente mamífero la constituye la configuración de su mano, y en particular la de su dedo medio o corazón, que es larguísimo, delgado, huesudo y termina en una poderosa uña curvada; los servicios que le presta son innumerables: como palillo para pinchar el alimento, como peine o como cucharilla para vaciar los frutos. La coloración general de su pelaje es pardo oscuro o negra, los ojos son grandes y las orejas anchas y membranosas. Posee una larga y poblada cola.
En cuanto a la forma de vida del aye-aye se tienen pocos datos. Se sabe que es un animal eminentemente arborícola y de hábitos nocturnos, que constituye varios nidos en los árboles para resguardarse durante el día y para mantener a su única cría después del parto. Tíene una alimentación muy variada, basada en larvas de insectos, frutos, huevos, miel e incluso algún pajarillo joven de pequeño tamaño.
Vive única y exclusivamente en la selva húmeda que se extiende por la costa oriental de Madagascar, desde alturas de 600 a 700m. hasta regiones situadas al nivel del mar. Esta distribución tan localizada y la progresiva desaparición de las zonas selváticas, ha puesto al aye-aye en un gravísimo peligro de extinción. Para intentar evitarlo se ha creado una reserva en la pequeña isla de Nosy-Mangabé, en él se han soltado a cinco machos y cuatro hembras con el próposito de que se reproduzcan lo suficiente como para asegurar su supervivencia.
Este animal de extraño alpecto, forma con los tupayas, el grupo de primates menos evolucionado.
¿SABÍAS QUÉ...?
Su técnica para conseguir larvas de insectos es muy curiosa: con la uña del dedo medio golpea la corteza de los árboles, con lo que logra sacarlas de su escondrijo, después los ensarta en una uña y se la come.
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