Nombre cientifico: Aquilegia Vulgaris
Familia: Ranunculáceas
Clase: Angiospermas dicotiledóneas
Se trata de una herbácea grande, que puede llegar a alcanzar hasta 1 metro de altura y de tipo vivaz, es decir, que la parte externa de las matas se seca a la llegada del invierno, pero las raíces se mantienen vivas para volver a retornar en la primavera siguiente.
Su principal característica la constituyen las flores, cuyos estambres se han transformado en unas estructuras semejantes a bolsas, denominadas nectarios. Estos se desarrollan a modo de pétalos prolongados hacía atrás en forma de espolones y en su interior se encierra el néctar. El conjunto de la flor es de color azul más o menos intenso, que en ocasiones tiende hacia el violeta. Son péndulas y nacen agrupadas en ramilletes poco poblados.
Crece normalmente a la orilla de bosques, en prados montanos, barrancos y lugares rocosos.
La aguileña, a pesar de su belleza, es una planta venenosa: tanto las hojas como las flores y las semillas contienen una sustancia que al descomponerse produce ácido cianhídrico. Antiguamente era muy empleada como medicina, pues se aseguraba que constituía un eficaz remedio contra los ardores de boca, el sarampión o la víruela. También posee cualidades aperitivas, diuréticas y sudoríficas. Poco a poco, su empleo se ha ido abandonando.
¿SABIAS QUÉ...?
En la actualidad la aguileña sólo se emplea por el valor ornamental de su flores. Sus numerosas variedades se encuentran muy extendidas por los parques y jardines de la ciudades de casi todo el mundo.
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