Familia: Colúbridos
Clase: Reptiles
Lo más llamativo de la fisonomía es su cabeza alargada y estrecha, con el morro redondeado e inclinado hacia delante. El individuo joven tiene la cabeza, dorso y costados fuertemente moteados de marron, negro, blanco y amarillo. El adulto es generalmente de color oliváceo con el dorso de color marrón claro y el tercio anterior del cuerpo en tonos algo más negruzcos. El iris es de color pardo y está adornado por un círculo dorado que rodea la pupila. Su tamaño puede llegar hasta los dos metros y medio de longitud lo que la convierte en la mayor de las serpientes mediterráneas.
Es muy poco exigente en cuanto al hábitat y puede encontrársela por todas partes con mayor o menor abundancia. Su tamaño y fuerza le otorgan en las comunidades terrestres en donde habita la posición de superdepredadora, viéndose sólo amenazada por las rapaces de mayor tamaño. Su régimen alimenticio es muy variado y además evoluciona con la edad; mientras es joven se alimenta de insectos y lagartijas, atreviéndose poco a poco a cazar pequeños lagartos, micromamíferos y pollos de aves; finalmente, a medida que alcanza la madurez aumenta el tamaño de sus presas, pasando a comer mamíferos cuyo porte no supera el de un conejo, e incluso otras serpientes, no siendo raro el canibalismo.
El apareamiento tiene lugar entre abril y junio, y a finales de este mes o en julio las hembras ponen de 4 a 18 huevos de color blanco. Su longevidad es notable, habiéndose capturado ejemplares con más de veinte años de edad.
¿SABIAS QUÉ...?
La posición muy retrasada de los colmillos venenosos y su corta longitud hacen que esta especie no sea peligrosa para el hombre, aunque si logra inocular el veneno, produce una ligera hinchazón en la zona afectada.
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