Familia: Compuestas
Clase: Angiospermas dicotiledóneas
Las características más sobresalientes de esta pequeña planta son sus flores, que aparencen en verano reunidas en grandes capítulos que llegan a alcanzar hasta los 13 cm de diámetro y que no poseen peciolo, aunque en algunas raras ocasiones pueden llevar un pedúnculo de hasta 30cm de largo; las brácteas externas de la flor son blanco-plateadas o rosaadas, mientras que el disco central esta coloreado en tonos blanquecinos o rojizos. Las hojas, que son semejantes a las de los cardos, se disponen formando una roseta basal grande, profundamente dividida y muy espinosa. Los frutos poseen abundantes pelos amarillentos y llevan en el ápice un vilano de pelos plumosos.
En cuanto a su utilidad práctica hay que señalar que cuando las flores son jóvenes y tiernas resultan comestibles, de sabor agradable y se preparan de manera muy similar a las alcachofas; considerada medicinalmente, la raíz posee propiedades tonificantes y aperitivas. Aunque no está plenamente demostrado, parece que también posee propiedades febrífugas. Por último, la carlina también ha adquirido en los últimos tiempos un gran interés como planta de jardinería, ya que su flor posee un indiscutible atractivo y valor ornamental.
¿SABIAS QUÉ...?
Las flores secas pueden actuar como un hogrómetro rudimentario; cuando el ambiente es seco la inflorescencia se mantiene extendida, mientras que cuando existe una mayor humedad, se cierra sobre sí misma.
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